Rachel y Pamela Schiele fueron dueñas de la estancia durante casi cien años, desde 1921. En  los ochenta, comenzaron a dedicarse a la conservación de la flora y la fauna y a la producción agrícola y ganadera sustentable. En 1992, la estancia completó la certificación orgánica y se inició en tareas de conservación de manera específica.

Un tiempo después, Rachel y Pamela decidieron crear una fundación que fuera propietaria de la estancia y perpetuar su misión. La fundación obtuvo certificaciones orgánicas e intervención de Fundación Vida Silvestre Argentina para convertir toda la extensión de la estancia en un área natural protegida para la conservación. La investigación, la difusión de la información y la educación para agricultores orgánicos, conservacionistas, educadores y niños, fueron sus pilares fundamentales. 

Actualmente, un equipo de productores, conservacionistas e investigadores de flora y fauna se encuentran vinculados en el trabajo de la Fundación Dos Hermanas. Juntos trabajan con el compromiso de conservar el ecosistema natural, mejorar el bienestar de las comunidades rurales locales e impulsar una nueva forma de pensar y una nueva relación entre la humanidad y la naturaleza.